MIYAZAWA-SICK
MIYAZAWA-SICK:Diario de la gira Argentina / Brasil 2004
Argentina
Shimauta
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MIYAZAWA-SICK Gira Europea 2003
concierto en Pamplona
reportaje de la vista de Miyazawa a Argentina
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concierto en Pamplona, Espana
Hola, soy Claudia Oshiro!
En el 2001 participé en la versión de Shima Uta de Alfredo Casero. Gracias a esa oportunidad, conocí a Miyazawa Kazufumi, su autor original y desde el 2003 integro la banda de su proyecto solista. La banda está integrada por Genta(batería), tatsu(bajo), Takano Hiroshi(guitarra), Imafuku Kenji(percusión), Marcos Suzano(percusión), Fernando Moura(teclados), Luis Valle(trompeta), Tsuchiya Reiko(violín y violín chino) y Claudia Oshiro(coros).
El año 2005 lo empecé participando en la gira solista de Miyazawa Kazufumi junto con toda la banda MIYAZAWA-SICK, que nuevamente salió a trotar por el mundo. Siguiendo a la gira del 2003 por Portugal, Polonia y Alemania, y a la del 2004 por Argentina y Brasil, este año Francia, Bulgaria, Polonia, Rusia, Gran Bretaña y Japón, fueron los países por los que estuvimos girando. En este diario les contaré los episodios de cada día de la gira.

26 de enero
Narita - Charles de Gaulle

El aeropuerto de Narita nos despidió con nieve, como anticipándonos el frío europeo.

Llegamos a Francia ya cuando el sol se prestaba a desaparecer en el horizonte. Teniendo en cuenta que era uno de los países más cálidos de la gira, para nuestra sorpresa, París nos recibió con mucho frío seco y ventoso. Antes de hacer la última parada en el hotel, pasamos por el Centro Cultural Japonés en París( Maison de la culture du Japon á Paris), lugar donde se llevarían a cabo los dos primeros conciertos de la gira MIYAZAWA-SICK ’05. Tanto el Centro Cultural como el hotel se encontraban sólo a minutos de la Torre Eifel, que se mostraba orgullosa titilando gracias a miles de lámparas, como envuelta en un vestido de lentejuelas.

Luego de dejar el equipaje en el hotel, los integrantes de la banda fuimos a cenar a un restaurante de comida italiana en donde la dueña hablaba un poco de español. Igualmente Marcos Suzano fue quien pidió los platos con su francés perfecto y el que como siempre animó la noche.

27 de enero
Mini-tour por París

Miyazawa, salió en un programa radial junto a Catia, la invitada de los conciertos en París, y luego entraron en un estudio de grabación para grabar la canción “Hitotsushika nai Chikyu(The One and Only Earth)” . Esta canción posteriormente sería grabada en cada uno de los países por los invitados de cada lugar, en su idioma nativo y en japonés, para finalmente hacer entre todos una sola canción.

Para los músicos fue día libre. Junto con Reiko-sensei(violinista) e Imafuku-san(percusionista) salimos a recorrer la ciudad. Como era mi primera vez en París, armé muy entusiasmada un circuito para hacer turismo. Entonces nos subimos al tren desde la estación Dupleix, la más cercana al hotel, y nos dirigimos al Arco del Triunfo. Luego visitamos el Museo de Louvre, en el cual entre muchas otras obras pudimos ver La Mona Lisa y la Venus de Milo. Almorzamos en un pequeño café comiendo los famosos Croque Madame y Croque Monseiur. De allí fuimos en taxi hacia la catedral de Notre Dame que se imponía bella junto al río Sena. Luego de llenarnos de paz obsevando los vitreaux y las estatuas de su interior, fuimos de compras por la avenida Saint Germain. Allí compré una pollera para usar como vestuario de los conciertos.

Por la noche comimos pescado frito en un restaurante de comida libanesa.

28 de enero
Primer concierto de la gira

Pasado el medio día nos dirigimos al teatro del Centro Cultural Japonés para probar sonido. El edificio y la sala son instalaciónes nuevas y modernas. La parte posterior del auditorio tiene butacas en forma de gradas y la parte cercana al escenario sin butacas para que el público pueda disfrutar del concierto bailando. Como a diferencia de los otros países, París fue el único lugar donde no se hizo promoción para los medios anticipadamente, no sabíamos cuánta gente iba a entrar al recital. Sin embargo, las localidades se agotaron. Había mucho público francés y también japoneses que viven en Francia. El show comenzó con la presentación de la cantante brasileña Catia, quien con sus canciones bossa con toques de jazz hizo entrar en calor a la audiencia. Nosotros por nuestra parte, estabamos muy anciosos por comenzar el recital y ver la reacción del público con nuestro show. Como era el primer recital de la gira, el escenario estaba lleno de una tensión positiva y cierto nerviosismo que se transfomó en una energía que envolvió a todo el público. La lista de temas comenzó con una selección de canciones bailables y continuó con dos baladas que Miyazawa interpretó con su guitarra, acompañado a veces por el dulce sonido del violín chino ejecutado por Reiko-sensei. Luego vino Mandala, con la que el público se sumergió en un mundo exótico y la emotiva Shima Uta. De allí el show entró en su parte final. Personalmente la parte de más concentración para mí ya que me tocaba interpretar una canción romántica a duo con Miyazawa. Ya en las últimas canciones el público bailaba y saltaba al ritmo de la banda. Al terminar el show la audiencia pedía el bis aplaudiendo y zapateando. En el bis Miyazawa llamó al escenario a Catia para interpretar “Hitotsushika nai Chikyu(The One and Only Earth)” que grabaron el día anterior. La primera presentación en público de la canción fue muy emotiva y marcó el comienzo de una gira llena de nuevos amigos.

Después del recital hubo una pequeña recepción en el lobby del Centro Cultural y volvimos caminando al hotel.

29 de enero
París, segundo día

Este día, antes del concierto salí a pasear por la ciudad con Marcos Suzano(percusionista brasileño). Primero fuimos a la Torre Eifel que quedaba cerca del hotel y después fuimos a caminar por la avenida Champs Elysees. Como hacía frío entramos a una chocolatería donde me tomé una rica taza de chocolate y volvimos al hotel.

El Centro Cultural quedaba cerca del hotel asi que fuimos todos caminando. A mitad de camino Marcos compró una mini tarta de frutilla, su postre favorito.

Al ser el segundo día en el mismo escenario, en la prueba de sonido no hubo mucho por ajustar asi que tuvimos más tiempo de repasar algunos temas que necesitaban una pasada. Como hasta la hora del recital había tiempo, después del ensayo algunos salieron a caminar por los alrededores y otros se quedaron charlando en los camarines. Cerca de las ocho comenzó el recital de Catia. Ya lista para salir a escena, tuve tiempo de escuchar el recital a través de la tele que había en el camarín. Como el primer día, Catia cantó su versión de Shima Uta interpretada en portugués y japonés, titulada Outra Lua. Tanto su versión de Shima Uta como las demás canciones de su repertorio invitan a disfrutar del show bailando suavemente en un clima distendido y placentero.

No sé si habrá sido porque el primer recital salió mejor de lo esperado, yo sentí más nervios en este recital. Pero nuestro segundo y último recital en París salió todavía más enérgico y ajustado. Tanto, que a todos nos dió la sensación de haber sido el último recital de la gira. Espero que podamos volver pronto a París.

Después del recital fuimos a festejar a un restorán de comida vasca. A parte de todos nosotros el lugar estaba lleno de gente disfrutando de la noche del sábado. La comida estuvo muy rica y la música que se escuchaba hacía soplar vientos setentosos. Ya cuando comenzó a sonar “Y.M.C.A”, aunque todavía sentados, ya muchos estaban bailando. Y entonces junto con el estribillo de la canción fue cuando explotó la alegría de haber terminado exitósamente los dos conciertos de París. Toda la banda, el staff y también Catia y su banda bailó el famoso pasito de “Y.M.C.A.!!” junto a los demás comensales franceces. Fue el momento de mayor intercambio cultural(?) entre franceces y japoneses.

30 de enero
Hacia el país del yogurt

Partimos del hotel rumbo al aeropuerto antes del amanecer y desde la ventana del autobus la ciudad todavía se veía un poco dormida. Después de un largo trámite para hacer check in y dejar valijas e instrumentos, nos despedimos de los organizadores en Francia y nos enmbarcamos en vuelo hacia la siguiente ciudad, Sofía, en Bulgaria.

Desde el avión se podía divisar el paisaje nevado de los Alpes franceses y la azafata nos informaba que la temperatura de Bulgaria era de unos 7 grados bajo cero. El avión aterrizó en una pista que resaltaba en medio de la nieve blanca, un micro nos llevó desde el avión hasta migraciones del pequeño aeropuerto y recogimos el equipaje. A la salida, cámaras de telvisión y gente que cantaba Shima Uta, esperaban con carteles a Miyazawa. Mientras le hacían entrevistas para la tele, nosotros salimos del aeropuerto para ir subiendo el equipaje al micro que nos llevaría al hotel. Afuera todo estaba cubierto de nieve y hacía un frío que nisiquiera había experimentado cuando fui a los glaciares en Argentina.

Después de que llegamos al hotel y nos acomodamos en las habitaciones, con Miyazawa, Reiko-sensei y Genta salimos a caminar por las cercanías en busca de un almacén. En el camino vimos muchos autos estacionados con cerca de veinte centímetros de nieve acumulada. En un almacén que encontramos compramos entre otras cosas agua y chocolates. A la vuelta, encontramos una pizzería que mostraba las pizzas recién hechas en la vidriera y las vendía desde la ventana del local. Comimos en las mesas que estaban en la vereda tomando café de máquina expendedora que estaba tibio. Creemos que a causa del frío, ya que las pizzas recién salidas del horno se enfriaron antes de empezar a comerlas. Pero igual estuvieron riquisimas.

De vuelta en el hotel, nos quedamos en el lobby tomando un café, que por cierto también estaba tibio, mientras esperabamos a que se hiciera la hora en en la que todos bajarían para escuchar un grupo de música folklórica de Bulgaria que venía especialmente a tocar para nosotros.

Cuando se hizo la hora el grupo apareció en el lobby y se puso a tocar. Era un pequeño grupo que vestido con atuendos típicos tocaban y cantaban al ritmo de tambores, gaita y flauta, una mezcla de música escosesa, gitana, árabe y de otros lugares de los alrededores de Bulgaria. El ritmo de la música era irregular y cambiante pero invitaba a acompañar con las palmas y a veces hacía recordar a la música okinawense. Hasta que uno de los integrantes del grupo comenzo a bailar e invitar a los presentes a sumarse a la ronda. Finalmente Miyazawa, Genta, Reiko-sensei y yo entre muchos otros, terminamos bailando de la mano fromando una ronda que luego empezó a enroscarse como una vívora. Terminamos agitados de tanto baile pero pudimos disfrutar de cerca de la música típica. Después de la demostración los músicos nos contaron sobre los origenes y la historia de la música de Bulgaria.

Por la noche nos llevaron a comer comida búlgara en un restaurante típico. Como aperitivo nos sirvieron rakia que es una bebida que se prepara con uvas de entre 40 y 50 grados de alcohol parecido al brandy. La comida era a base de verduras y productos lácteos como queso, crema y yogurt, que lo utilizan para sazonar ensaladas. En lo personal me gustó mucho una pasta hecha con berenjenas para huntar en el pan y una sopa de intestinos. También había una tortilla de pasta de maíz cuyo gusto era igual a la polenta argentina. De postre, como no podía ser de otra forma, yogur con miel y salsa de frutas servido en una vasija de barro. Cuando nos disponíamos a volver al hotel luego de haber disfrutado de comida típica a mas no poder, nos informan que el micro en el que vinimos había sido robado. Todos nos quedamos boquiabiertos con la noticia sin poder creer lo que había pasado y volvimos al hotel en varios taxis.

31 de enero
Día de descanso

A las ocho de la mañana sonó el despertador y prendí la tele esperando el programa en el que saldría Miyazawa. Antes de la entrevista vi dos anuncios, uno parecía ser propaganda del recital y otro, más corto que creo era un anticipo de la entrevista que vendría enseguida. Finalmente Miyazawa acompañado de Nicolina, la traductora, apareció en la pantalla del televisor del hotel, respondiendo en japonés a las preguntas que el conductor del programa le hacía en búlgaro. Fue una sensación rara, alejada de la realidad que recuerdo haber experimentado cuando vi a Miyazawa en la televisión de Argentina. Pero esta vez tenía que deducir las preguntas después de escuchar lo que Miyazawa respondía. Al final de la entrevista, Miya cantó Shima Uta con la guitarra y el programa siguió con su curso. Más tarde, Miyazawa dió una conferencia de prensa junto con Kiril Marichkov, el invitado del concierto en Sofia. Kiril un señor de cerca de 60 años, fue integrante de una legendaria banda de rock a la que llamaban los Beatles de Bulgaria.

A media mañana varios de los músicos salieron de excursión por la ciudad. Yo me quedé descansando, bien calentita dentro del hotel, porque si bien no tenía síntomas de resfriarme, desde París venía arrastrando molestias en la garganta a causa del clima extremadamente seco. Por las noches antes de dormir, mojaba con agua la alfombra de la habitación entera para mantener la humedad y al día siguiente amanecía seca. Increíblemente la ropa que lavabamos también se secaba en cuestión de horas.

Cerca del anochecer, ya aburrida de estar en el hotel fuí a ver la grabación de Kiril de la canción “Hitotsushika nai Chikyu(The One and Only Earth)”. Antes de entrar en el estudio de grabación, nos llevaron a ver un lugar en medio de la ciudad donde hay canillas de aguas termales y que la gente lo junta en botellas para tomar en sus casas. Después fuimos a un mercado donde había todo tipo de negocios de la vida cotidiana. En uno de ellos aproveche a comprar un frasco de miel para aliviar la garganta que estuvo muy rico. Dando una vuelta por el mercado vimos que los precios en general eran bajos. Aunque la mayoría de los carteles eran ilegibles para nosotros porque estaban escritos en alfabeto cirílico. Otra rareza de Bulgaria es que cuando dicen que sí(Da), niegan con la cabeza y cuando dicen no(Ne) asientan.

Volviendo al tema de la grabación de la canción, ésta se realizó en un pequeño estudio que se encuentra dentro de un teatro que se utiliza para hacer grabaciones de orquestas filarmónicas. Kiril cantó sobre la pista traída desde Japón, primero la parte en letra búlgara, escrita por él mismo, y luego el estribillo en japonés. Kiril nos explicaba que en el alfabeto cirílico existen letras que tienen la misma pronunciación que en japonés y que por eso no le resulta tan difícil pronunciarlo. Sin embargo la acentuación, al ser particular, presisó un poco de corrección pero la grabación fue rápida y dentro de un clima alegre y distendido.

Al terminar la grabación comimos en el restaurante del hotel escuchando la música que tocaban un tecladista y un bajista. Todas las canciones que tocaban eran conocidas y de variados países, hasta el punto que empezamos a jugar acertando cuál sería el próximo tema que interpretarían.

1 de febrero
Amor a primera vista

El concierto de Sofia se llevó a cabo en el Palacio Nacional de Cultura. No es un palacio en sí, pero es una edificación gigante que a parte del auditorio tiene en su interior, un centro comercial.

En los camarines, mientras esperábamos para hacer la prueba de sonido, charlábamos tomando café y comiendo sandwichs, y leíamos mensajes que llegaron de los fans de Japón y de público que nos vió en París. Miyazawa practicaba palabras en búlgaro para poder comunicarse con el público.

El escenario era amplio y el auditorio se imponía frente a él. El teatro, que es el más grande de la Península Balcánica, al estar vacío hacía sentir el frío hasta en el escenario y muchos de nosotros hicimos la prueba de sonido con el abrigo puesto.

Llegó la hora del concierto y creo que todos estábamos con la intriga de cuanta gente habría venido a ver el concierto. Teniendo en cuenta de que en toda Bulgaria viven un poco más de cien japoneses, aunque todos ellos vinieran al concierto, la posibilidad de que el auditorio esté casi vacío era grande. Pero al salir al escenario, nos en contramos con la platea llena, casi 1500 personas habían venido a ver el concierto. En varias universidades y colegios de Bulgaria se dan clases de idioma japonés y muchos alumnos vinieron en micro desde distintas partes de Bulgaria, especialmente para ver el recital.

El público se veía ansioso por ver el recital y desde el principio estaba lleno de entusiasmo. Las filas más cercanas al escenario estaban llenas de jóvenes y muchos de ellos se apiñaron al escenario para ver más de cerca. En la mitad del show una niña subió al escenario y le regaló una flor a Miyazawa. La reacción de este público, que era la primera vez que nos veía, fue para nosotros totalmente inédita y natural.

Mediando el show, Miyazawa presentó a Kiril y juntos cantaron, “My Heart, My Soul, My Fear” de Miyazawa. Fue una interpretación llena de energía que hizo ver el verdadero espíritu rockero de aquél que fuera llamado Beatle de Bulgaria.

En la canción “Snow in Okinawa”, Miyazawa cantó el final de la canción cambiando la letra por “Snow in Sofia”, como queriendo transmitir con esa frase todo su amor y agradecimiento hacia el público de Bulgaria. Al final del recital todo el público bailaba de pie y en las pasarelas a los costados del escenario también había gente. De mi lado, había una niña que bailando, sin darse cuenta estaba ya casi arriba del escenario. El público nos despidió ovacionándonos y pedían el bis al grito de “Shima Uta!! Shima Uta!!”.

Nuevamente en el escenario, Miyazawa invitó a Kiril para interpretar “Hitotsushika nai Chikyu(The One and Only Earth)” y el concierto finalizó con Shima Uta que fue coreado y vivado por todo el público presente.

Siendo la primera vez que MIYAZAWA-SICK se presentaba en Bulgaria, no esperábamos que el público nos respondiera con tanto interés y entusiasmo. Fue como un amor a primera vista, tanto del público como de todos los que estábamos en el escenario.

Despúes del concierto fuimos a comer a un restaurante de comida italiana donde las pizzas estaban excelentes. No sé por qué será que en Bulgaria las pizzas son tan ricas.

Como este día era el cumpleaños de Reiko-sensei, entre todos compramos una torta e hicimos un festejo sorpresa en el restaurante.

2 de febrero
Cómo llegar hasta Przemysl

ELuego de desayunar baje al negocio de souvenirs para comprar algunos presentes y postales y volví a la habitación para prepararme. A las 11 partíamos del hotel, así que baje antes para escribir unas postales mientras ersperaba que todos terminaran de hacer el check out.

Pasamos por el Palacio de Cultura a recoger los instrumentos y nos sacamos una foto frente a él.

En el aeropuerto, como había tiempo hasta que empezaran a atender en el mostrador de la aerolínea, aproveché para mandar las postales desde el correo que había allí y fui con los demás a tomar un café. Cuando se hizo la hora, todos bajamos de la cafetería e hicimos la fila frente al mostrador. Pero cuando llegó nuestro turno nos hicieron pasar al mostrador de al lado, asi que tuvimos que mover todo hacia la otra fila. Allí, no sé por que razón nuevamente nos quisieron hacer mudar de mostrador. Fue entonces cuando Aoi-san, de la Embajada de Japón en Bulgaria se puso firme a discutir por qué tardaban tanto y no nos querían atender. Finalmente, luego de varias idas y venidas(que como fueron en búlgaro al final no entendí cual fue el problema), pudimos dejar el equipaje a tiempo. Nos despedimos de Aoi, Nicolina y los demás organizadores y embarcamos.

Desde Sofia, Bulgaria, volamos hacia Polonia. Haciendo escala en Varsovia, un avión con hélices nos llevó hasta Rzeszow, la ciudad más cercana a Przemysl donde se realizaría el próximo concierto. Desde Rzeszow viajamos casi dos horas en micro hasta llegar a Przemysl, una pequeña ciudad en la frontera con Ucrania.

Cuando llegamos al hotel ya era de noche. Fue todo un día dedicado a la movilización. Después de dejar las balijas en las habitaciónes bajamos al restaurante del hotel, donde comimos comida típica polaca. También para la hora de la cena llegó desde Wroclaw, Yashima-san. Él fue quien hizo conocer Shima Uta en Polonia y el que en el 2003 invitó a que MIYAZAWA-SICK a tocara en Varsovia. Esta vez fue también personaje clave en la realización de los conciertos de Przemysl y Wroclaw.

3 de febrero
La ciudad de la nieve

Al levantarme y asomarme por la ventana, vi que afuera nevaba. Hasta ahora nunca había visto nevar tanto. La ventana del hotel parecía un cuadro que mostraba en su pintura, al río San congelado y del otro lado la ciudad totalmente vestida de blanco.

Este día llegaron desde Japón, el iluminador, Makoto-san y Sugiyama-san de Five-D. Los músicos teníamos el día libre, entonces la señora Iga del Centro Cultrual Japonés de Przemysl y organizadora del recital, nos llevó de tour por la ciudad de Przemysl. Primero fuimos a conocer el Centro Cultural Japonés que fue fundado por ella misma. Allí dió un saludo de bienvenida para nosotros y nos regaló folletos y libros sobre la ciudad. Para finalizar, como sorpresa, su hija nos regaló una canción en japonés. La ciudad es muy pintorezca y tiene muchas capillas e iglesias católicas. Antiguamente las palabras en polaco se escribían con letras cirílicas al igual que en Bulgaria y Rusia, pero con la entrada del catolicismo al país, se adaptó el alfabeto románico por el uso del latín en las misas. Prestando atención en los carteles de la ciudad, pude ver algunas palabras que pude entender. Me pregunto si también tendrán raíz en la lengua latina.

Al salir de la zona céntrica de la ciudad, en la calle por la que transitaba el micro cada vez se veían menos casas. Hasta que de repente, frente a nosotros apareció un paisaje totalmente blanco que nisiquiera podíamos diferenciar el cielo de la tierra. En el camino divisamos liebres, ciervos y otros animales salvajes. El micro paró frente a una cerca de alambre de púas que se extendía a ambos lados y desaparecía a lo lejos. Allí un oficial del ejército fronterizo nos explicó que de la cerca para el otro lado era Ucrania y que ellos se encontraban allí vigilando la frontera. Enseguida llegaron en un motociclo otros dos oficiales y le enseñaron a Miyazawa a manejarlo. Miyazawa dió un paseo bordeando la frontera con la señora Iga sentada detrás mientras nosotros nos sacabamos fotos con los oficiales. Pero nos pidieron que esas fotos sean sólo para ver en casa y que no las publicáramos en ningún lado. También nos llevaron al cuartel del ejército fronterizo donde nos mostraron camiones militares con cámaras infrarojas y las armas que utilizan.

Luego visitamos el Castillo de Casimiro el Grande, en cuyo patio interior, en los veranos se realizan festivales de música.

Volvimos al hotel y junto con Genta y Reiko-sensei fuimos al supermercado que había a la vuelta del hotel a comprar agua y algo para comer. Tomamos unas sopas instantáneas en la habitación de Reiko-sensei y después de que Miyazawa terminó la reunión con el invitado de los conciertos en Polonia, Tomek Makowiecki, que había llegado a la ciudad por la tarde, salimos a caminar por la ciudad con Miyazawa, Katsu, Reiko-sensei, Imafuku-san, Genta y Luis. Ya había anochecido pero todavía habían algunos negocios abiertos. En un negocio de ropa para hombres Miyazawa encontró una campera con letras bordadas que decía “Jamaica” y enseguida pensó en Miyoshi-san, organizador general de la gira que es fanático de Bob Marley. Entonces entramos al negocio. A parte de la campera para Miyoshi-san, que compramos entre todos, Miyazawa se compró una campera roja con la inscripción “Polska” y Luis e Imafuku-san se compraron unas camisas para usar en el concierto. Katsu, que siempre da la sensación de que está desabrigado porque anda sólo con una remera y campera, también se compró una campera más abrigada. Cuando volvíamos caminando decidimos hacer presentes de la banda a cada una de las personas del staff como agradecimiento por todo el esfuerzo y dedicación en esta gira.

Cenamos en el restaurante de comida italiana frente al hotel. A los dueños Aneta y Marek les gusta mucho Brasil y cuando se enteraron de que en el grupo habían dos brasileños, en seguida se acercaron a la mesa. Aneta, que sabía hablar portugués, se quedó todo el tiempo charlando con Marcos. Después de comer una muy rica pasta nos despedimos de Aneta y Marek que prometieron ir a ver el concierto del día siguiente diciendo que luego nos esperaban en el restaurante para festejar.

4 de febrero
La fiesta del pueblo

Hoy tambien amaneció nevando pero cuando salimos del hotel para dar una vuelta por la ciudad, por suerte ya había cesado. Saqué fotos de la ciudad y las iglesias y compramos alguno de los presentes para el staff. Justo antes de volver comenzó a nevar en copos muy pequeños y pudimos ver la forma de los bellos cristales de nieve.

Pasado el mediodía fuimos al lugar del concierto que era un centro deportivo de la ciudad llamado Hala Sportowa. Para este recital un grupo de oficiales del ejército fronterizo vino voluntariamente a ayudar en los preparativos. Como el lugar era un gimnasio, hacía mucho frío y en la prueba de sonido la música rebotaba por todos lados a causa de la construcción del edificio. La decoración de la sala me hacía recordar a los bailes estudiantiles de las películas estadounidenses.

Según había escuchado, las entradas del recital de hoy estaban agotadas. Cuando salimos al escenario nos sorprendió que había público de todas las edades. Adelande de todo, cerca del escenario podíamos ver jóvenes hasta chicos de primaria y en las gradas a los costados del gimnasio, público mayor. Pienso que al ser una pequeña ciudad cerca de la frontera no se realizan muchos conciertos y la mayoría de la gente sobre todo los más chicos vinieron por curiosidad. También como los pósters del recital estaban pegados por toda la ciudad, la mayoría de los habitantes sabían del evento y estaban con muchas espectativas de ver un recital de un grupo venido de Japón.

Con las primeras canciones del recital el público enseguida se acopló a nuestro ritmo y respondía con aplausos y gritos. En la parte acústica, donde Miyazawa canta dos canciones con su guitarra, el público se veía inquieto y se escuchaba un murmullo que seguramente era por no entender lo que Miyazawa explicaba en inglés. El murmullo seguía cuando empezó a cantar pero de a poco el público, atraído por la canción, se fue silenciando. Mientras escuchabamos al costado del escenario, Genta dijo que este recital era como una fiesta de pueblo y fue la frase que resumió como sería el recital. Y tal como lo dijera Genta, fue una fiesta en la que todos disfrutaron bailando y cantando.

En el bis Miyazawa presentó a Tomek Makowiecki, famoso jóven cantante de rock de Polonia al que Miyazawa conoció en el concierto en Varsovia del 2003. Tomek cantó junto a la banda, “Hitotsushika nai Chikyu(The One and Only Earth)” y “Shima Uta”, canción para la que escribió letra en polaco. Al término del recital, se podía sentir que el público y la banda se había transformado en uno solo. Después de que Miyazawa dió entrevistas para la prensa, hubo una recepción en una sala del centro deportivo. Autoridades de la ciudad dieron un saludo, hubo brindis y comida típica polaca. Una sopa que venía dentro de un pan con forma de calabaza y los pieroguis(ravioles polacos) estuvieron riquísimos.

Luego de dejar vesutario e instrumentos en el hotel fuimos al restaurante de Aneta y Marek para seguir comiento y brindando. Los dueños del restaurante, que habían ido a ver el recital estaban muy contentos por el show y nos invitaron con bebidas bara festejar.

Fue un recital extraño por el lugar y el público tan variado, pero que todos disfrutaron haciendo música y viendo que la gente disfrutaba del show.

5 de febrero
Auschwitz

A la mañana temprano, cuando salimos del hotel para subirnos al micro, el cielo estaba totalmente despejado y el sol hacía que la nieve(a causa del clima seco era como una arenilla) que volaba con el viento pareciera brillantina. El aire brillaba, según me dijeron, es a lo que llaman Diamond Dust.

Partimos hacia Wroclaw, con la compañía de Tomek quien también participaría en el concierto de Wroclaw, en un viaje en micro que nos llevaría el día entero. El día estaba espectacular y al principio la mayoría sacabamos fotos del paisaje nevado que después de varias horas de viaje se transformaría en una vista monótona. Yo escuchaba música bastante intranquila al ver que el micro iba a toda velocidad por la angosta ruta nevada y pasaba los autos violentamente. Pasado el mediodía llegamos a la ciudad de Oswiecim para visitar el Museo de Auschwitz. Allí nos esperaba Nakatani-san, único guía japonés del lugar.

Durante la Segunda Guerra la Alemania Nazi construyó campos de concentración y exterminio, en aquella ciudad polaca. Trenes repletos de polacos, judíos, gitanos, prisioneros rusos, homosexuales y discapacitados, personas a las que los nazis consideraban peligrosas para la humanidad, llegaban de toda Europa. Los prisioneros eran separados en dos grupos, los que se veían fuertes para trabajar y el resto incluyendo niños, mujeres y ansianos eran enviados a las cámaras de gas para ser exterminados. Se estima que allí murieron entre un millón y un millón y medio de personas.

El museo es el campo de concentración en sí y en sus interiores mostraba fotos, paneles explicativos y pertenencias de los prisioneros que fueron rescatadas posteriormente. Valijas con los nombres escritos, para hacerles creer que “luego” las recuperarían; zapatos de niños y adultos, que fueron encontrados separados prolijamente por sexo; vitrinas llenas de cabello de mujer con las que tejían telas y muchas otras pertenencias. Auschwitz I era el centro administrativo y también se llevaba a cabo el registro de los objetos encautados y la contabilización de su valor monetario. Los registros expuestos hacían sentir la frialdad con la que llevaban a cabo el exterminio. El guía explicaba que la mayoría de los exterminadores no pensaban que estaban haciendo algo malo y el jefe de campo vivía con su familia en el terreno contiguo, diciendo a sus hijos que trabajaba para el bien de la humanidad. Finalmente dijo que no puede saberse la razón por la cuál se cometió tal atrocidad y pidió que cada uno de nosotros meditara en lo sucedido sin dejarlo en el olvido y pensara en lo que cada uno puede hacer para que no vuelva a suceder. Caminando por el interior del campo, los galpones de ladrillos con los techos nevados y los caminos bordeados de álamos se veían irónicamente bellos constrastando con el pasado oscuro del lugar. Por la falta de tiempo no pudimos recorrer todo el museo pero fue una experiencia chocante, que durante el recorrido me hizo erizar la piel y sentir una gran tristeza e indignación.

Todavía sin terminar de digerir lo que habíamos visto y escuchado, retomamos camino hacia Wroclaw, llegando a destino cerca de las siete y media. Por la noche fuimos a comer a un restaurante de comida asiática que buscó especialmente para nosotros, la familia Tsuyugusa. Ellos fueron unas de las personas que junto con Yashima-san ayudaron a hacer realidad la presentación en Wroclaw.

Volvimos al hotel y salí a caminar junto con Takano-san y tatsu-san. Como era sábado a la noche las calles de Wroclaw estaban llenas de jóvenes y la música de los bares se escuchaban desde afuera. A diferencia de Varsovia donde durante la Segunda Guerra la mayoría de los edificios fueron destruídos, las viejas edificaciones de la ciudad de Wroclaw estaban bellamente iluminadas.

6 de febrero
Wroclaw, pura pasión

Cuando bajé a desayunar, me encontré en el restaurante con Fernando(tecladista) y luego con Miyazawa y Katsu-san que después de desayunar salieron al estudio de grabación donde Tomek grabaría “Hitosushika nai Chikyu(The One and Only Earth)”.

El concierto en Wroclaw se realizó en un pequeño y modesto teatro llamado Impart Hall. Las 700 localidades estaban agotadas y todos estabamos ansiosos por empezar el concierto que de alguna manera era como el regreso a Polonia, después de dos años de la presentación en la capital, Varsovia, cuando Miyazawa fue recibido en el aeropuerto por estudiantes cantando “Shima Uta” y cuando durante el concierto todo el teatro se transformó en un gran coro.

El público estaba entusiasmado desde el comienzo y respondía muy cálidamente a la banda. El show alcanzó su punto máximo en “Shima Uta”. Antes de cantarla, Miyazawa la presentó leyendo la explicación de la canción en polaco y al comenzar la introducción fue aclamada por el público que parecía como haber estado esperando ese momento por mucho tiempo. Todos bailaban y cantaban de pie y mucha gente se agolpó cerca del escenario. El público y también nosotros estábamos a más no poder con tal exaltación.

Desde este día Miyazawa hizo la presentación de los músicos de la banda en la parte de batucada de la canción a ritmo de samba, “Kimidakega Inai Sekai(World Without You)”, envolviendo así a todo el público en la fiesta.

Al finalizar el concierto, el público, de pie, pedía el bis con palmas y gritos. Y al igual que en Przemysl, Miyazawa invitó al escenario a Tomek para cantar “Hitotsushika nai chikyu(The One and Only Earth)” y luego terminar con toda la pasión y emoción de “Shima Uta”, cantada por todo el público. Después de haber visitado un lugar tan fuerte como Auschwitz, cada uno de nosotros tocó y cantó con un sentimiento distinto al de antes. Fué un recital emotivo en el que en muchos momentos me hizo recordar lo visto el día anterior y lo todo lo vivido hasta ese momento.

Para mí, fue el mejor concierto hasta ahora en cuanto a sonido, ambientación y público. Fue como un concierto ideal, el más cercano a la realidad.

Al término del concierto hubo una recepción en otro hall del edificio. En la recepción había también mucha gente del público y nos pedían a todos los músicos que les autografiaran en los pósters del recital.

Después de la recepción fuimos a cenar a un restaurante de comida típica que estaba frente a una plaza en la que había una pista de patinaje sobre hielo al aire libre.

7 de febrero
Moscú

Después de desayunar y dejar la balija en la recepción del hotel, salí a dar una vuelta por la fría mañana de Wroclaw. Era media maniana pero por el frío, la ciudad se veía tras una fina neblina. Al llegar a la plaza vi a los niños patinando en la pista helada. Viendo el cartel llegué a entender que estaba abierta desde las ocho de la mañana. Por el poco tiempo que taníamos hasta la partida no podía ponerme a patinar, pero por más ganas que teína el frío era más fuerte y de todos modos creo que no hubiera patinado. Me resultó increíble que con el frío que hacía los niños estuvieran patinando como si nada.

Partimos del hotel hacia el aeropuerto de Wroclaw, en donde Sugiyama-san aprovechó el tiempo de espera para hacer mini-entrevistas a los músicos. De allí volamos a Varsovia y luego de hacer el check in Miyazawa fue al hotel del aeropuerto para volver a encontrarse con los alumnos del colegio japonés de Varsovia. Al igual que hace dos años atrás se realizó una pequeña reunión de intercambio entre Miyazawa y los alumnos, donde los alumnos hicieron preguntas a Miyazawa sobre su carrera e ideales y por último cantaron a coro “Kazeni Naritai(Quisiera ser como el Viento)”, escrita por Miyazawa.

Cuando llegamos a Moscú ya era de noche y luego de un largo trámite para poder entrar con los instrumentos dejamos atrás el aeropuerto. Por suerte no hacía tanto frío como pensabamos que iba a hacer. Resulta que en Polonia estaba haciendo mucho frío y en Moscú desde hacía varios días la temperatura mínima era de siete grados bajo cero, cuando por lo general va por debajo de los diez o quince grados bajo cero. La gente de la embajada y las traductoras decían que era un invierno cálido en Moscú.

Mientras ibamos en el micro rumbo al hotel, Katja, una de las principales organizadoras de las presentaciones en Moscú nos explicó el itinerario durante la estadía allí, con su japonés perfecto.

Todos mirábamos asombrados por la ventanilla los casinos iluminados con luces de neon de todos colores y las anchas avenidas llenas de autos estacionados y con mucho tráfico. Llegamos al hotel Ucraina que es un gigantesco edificio. Nos explicaron que en la ciudad hay seis edificiós más iguales y que son representativos de Moscú. Las puertas de la entrada eran de madera y pesadísimas. Cuando entramos nos llamó la atención que habían vigilantes y detectores de metales、pero al parecer era porque había algún evento en el hotel. El interior era espacioso y de techos altos y había escaleras a ambos lados del hall de recepción que al parecer llevaban a una sala de eventos. Las habitaciónes estaban extremadamente calefaccionadas y aunque la parte de arriba de la ventana doble estaba abierta hacía calor.

Después de acomodarnos salimos todos a cenar. Como era el cumpleaños de tatsu y no podíamos llevar la torta al restaurante, prendimos las velitas y lo festejamos en el viaje de ida en el micro. El restaurante era un tenedor libre con comida tipica. Estuvo muy rico y algo que nunca me imaginé fue que iría a comer ensalada rusa en Rusia.

8 de febrero
Ciudad de gigantes

En el desayuno me encontré con varios de los músicos y mientras tomaba mi café escuché por los parlantes de música funcional, la única canción rusa que debo conocer. Es una canción del folklore ruso que en Japón se hizo conocida después de haber sido cantada en japonés por una cantante japonesa.

Cerca del mediodía nos juntamos en el lobby del hotel donde nos esperaba la profesora Tatiana y una estudiante de japonés para ir a conocer la ciudad de Moscú. También estaba Miyazawa a punto de salir para grabar “Htotsushika nai Chikyu(The One and Only Earth)” y hacer un ensayo con la invitada y anfitriona de los recitales en Moscú, Diana Arbenina del grupo Night Snipers, para luego realizar junto con ella una conferencia de prensa a fin de promocionar las presentaciones.

Nosotros salimos en un pequeño micro a recorrer la fría y nublada ciudad moscovita. Primero fuimos a la parte alta de la ciudad donde hay un mirador frente a la Universidad de Moscú cuyo gran edificio es igual al hotel Ucraina, donde estábamos parando. Como queríamos comprar algunos recuerdos nos llevaron a la peatonal Arbat donde habían negocios de souvenirs y puestos también en la parte central de la peatonal. Entramos en uno de los negocios e hicimos algunas compras. En un tramo había un muro llamado Muro de la Paz que tenía en su pared, azulejos con dibujos en alusión a la paz. También encontramos una multitud de muñecos de nieve. Antes de dejar la peatonal entramos a una casa de instrumentos de música donde Takano-san se compró un distorsionador de guitarra eléctrica fabricada en Siberia, que dijo no haber visto en ninguna tienda en Japón. Hasta ese momento, yo no tenía ni idea de que en rusia hubieran marcas conocidas de equipos de música.

Llegamos al Kremlim. Como muestra del progreso luego de la caída del comunismo, frente al gran edificio colorado de la entrada había un gigantesco cartel publicitario de Bvlgari. Al entrar a la Plaza Roja, todos quedamos asombrados por la magnitud del espacio y los edificios, que en una sola toma fotográfica no cabían. A la izquierda de la plaza hay un gran shopping que tiene en su interior negocios de famosas marcas y a la derecha el mausoleo de Lenin. De frente y bien al fondo, la increíblemente bella y colorida catedral de San Basilio.

Todos íbamos sacando fotos un poco dispersos y cuando llamé a Marcos por su nombre para sacarnos una foto todos juntos, casi cinco personas se dieron vuelta. En Polonia me habían contado que Marcos era un nombre muy común y que muchas personas llevaban ese nombre. Parece que en Rusia también y yo no sabía donde meterme! Estaba haciendo mucho frío y caía una nieve fina. Cuando Marcos se acercó, vimos que su aliento estaba escarchado en la parte de afuera de la bufanda que le tapaba la mitad de la cara.

Nos sacamos la foto todos juntos y nos apresuramos para ir al shopping subterráneo que estaba del lado de afuera del Kremlim. En la entrada habían detectores magnéticos pero la vigilancia, que parecía extremada, también me pareció no tener mucho sentido porque a pesar de que la gente pasara y sonara el timbre, ningún vigilante se molestaba en revisar. Comimos en el patio de comidas y volvimos al hotel en el micro, menos tatsu que como le gusta caminar por la ciudad y viajar en subte, dijo que volvería solo después de dar una vuelta.

La ciudad de Moscú tiene grandes avenidas ocupadas a toda hora por el tráfico vehicular, gigantescos edificios de escasa altura pero que se extienden a lo ancho y bordeando al río Moskva, altas chimeneas fabriles que despiden un humo que resalta más debido al frío.

Tomamos un café en el bar del hotel para calentarnos y volví a la habitación para descansar hasta la hora de la cena.

A la noche, haciendo zapping en mi habitación vi que en la televisión estaban dando la novela argentina Resistiré.

9 de febrero
Club B2

Me desperté temprano para ver por la tele el noticiero en donde me dijeron que cerca de las ocho saldrían imágenes de la conferencia de prensa del día anterior pero no pude encontrar el canal. Como sería un largo día, después de desayunar volví a la habitación para dormir un poco más.

Pasado el mediodía fuimos hacia el teatro MHAT im. Gorkogo donde llevaríamos a cabo el recital. Es un teatro grande y con palcos en donde generalmente se realizan presentaciones de obras clásicas. Cuando llegamos, el staff japonés corría con los preparativos junto con el staff del teatro. Como antes de nuestro recital tocaba el grupo anfitrión, Night Snipers, luego de nuestra prueba de sonido había que hacer el doble trabajo de cambiar el set y luego volver a montarlo.

Miyazawa llegó al teatro un rato después que nosotros junto con el grupo de prensa venido desde Japón para cubrir las presentaciones de Moscú. Por eso el camarín estaba lleno gente que iba y venía. En la mesa de catering habían ramen(sopa de fideos instantánea) y onigiris(bollos de arroz) que prepararon loa organizadores para nosotros. Todos estaban contentos de poder saborear un poco de comida japonesa luego de dos semanas de haber partido de Japón.

El recital comenzó con la presentación del grupo de rock Night Snipers, liderado por la cantautora Diana Arbenina. Miyazawa conoció a Diana cuando ella viajó a Japón en ocubre del 2004 para ver una presentación de Miyazawa. Luego en diciembre del mismo año cuando Miyazawa viajó a Rusia para promocionar la gira grabó junto a ella la canción de Night Snipers, Koshka, con letra en japonés. A su vez Diana grabó Shima Uta en ruso y la canción estaba en el cuarto puesto de los rankings. Diana es de aquellos pocos rockeros que quedan que escriben las canciones sin pelos en la lengua. Desde el comienzo del recital Diana atraía al público que la vivaba en cada uno de sus temas y hacía ver su gran carisma. Para el último tema del recital de Night Snipers, Miyazawa apareció en el escenario presentado por Diana para cantar juntos Koshka. Todos nosotros mirábamos desde el costado del escenario y podíamos sentir la energía que los envolvía.

Como el recital comenzó con retrazo, nos dijeron que quizás haya gente que se fuera terminado el recital de Night Snipers, pero eso no ocurrió. Los precios de las entradas variaban con la ubicación de los asientos y en las filas cercanas al escenario se podían ver personas que parecían ser de clase alta y que nos miraban con interés pero a la vez con una postura a la defensiva que de a poco fueron relajándose y disfrutando del concierto. También como es un teatro de renombre en donde se realizan obras clásicas y a la que generalmente concurre público intelectual, decían que el público no iba a ponerse de pie a bailar. Al principio, al igual que durante el recital de Night Snipers, aunque no llegaba a ponerse de pie podíamos ver que una parte del público respondía a cada tema como con ganas de bailar. En la parte en que Miyazawa canta unas baladas con su guitarra, desde el costado del escenario pude ver que el público de los palcos encendían la luz de sus celulares a modo de encendedores. Pero fue con Shima Uta que finalmente el público se paró para cantar y bailar. En el medio de la platea una persona extendía un abanico con dibujos orientales gigante y jóvenes levantaban hojas con las letras en japonés de Shima Uta impresas. De allí hasta el final, el público que ya se sentía libre no paró de bailar, aunque la parte del público intelectual, que dejaban ver sonrisas y mostraban que también estaban disfrutando del recital, terminó de ver el recital sentado. En el bis, Miyazawa invitó a Diana al escenario para cantar juntos “Hitotsushika nai Chiky” y “Shima Uta”, y fue cuando los fotógrafos se abalanzaron contra el escenario para tomar fotografías de los atros de rock juntos. Finalmente, la gran mayoría del público se quedó hasta el final y nos despidió con gran aplauso. Al termino el recital dejé el escenario sin saber si había sido un éxito o un fracaso, dada la reacción tan diferente entre el público mismo, pero los organizadores dijeron que para ser público ruso la reacción había sido muy demostrativa y por lo tanto el recital había sido todo un éxito.

10 de febrero
Moscú

Salí con tatsu y Takano-san para ir a ver un museo. Fuimos en subte desde una estación cercana al hotel. La escalera mecánica que nos conducía hacia la estación parecía no terminar nunca y estaban llenas de gente, no sabíamos si esa era la hora pico o si todo el tiempo era así. Al llegar a la estación de destino, como los carteles estaban en ruso, para encontrar la salida seguimos la ola de gente. Cruzamos el puente sobre el río Moskva que estaba congelado y preguntamos a un señor que pasaba donde quedaba el museo. El señor nos explicó muy amablemente aunque con cara seria. De lo que nos dijo no entendimos nada pero por las señas que nos hacía con las manos pudimos decifrar para qué lado quedaba el museo. Del lado de afuera del museo vendían cuadros de pintores desconocidos, pero lo más curioso era el color que tenían algunos de ellos. Eran pinturas de paisajes nevados pero con una gama de celestes muy luminoso que contrastaban con la realidad del paisaje de Moscú. En el mismo edificio habían varias muestras. El museo en el que entramos era muy grande y como que debíamos llegar al hotel antes de las dos de la tarde, tuvimos que volvernos sin poder llegar a ver las obras de los pintores conocidos. Antes de subir al subte miramos algunos carritos para comprar algo para comer, pero como no podíamos ni leer el menú ni pedir la orden decidimos ir hasta cerca del hotel para almorzar. Finalmente comimos en un Mc Donads que aunque nos atendieron en inglés, lo que nos sirvieron fue totalmente distinto a lo que le habíamos pedido.

El lugar del recital de hoy es lugar llamado Club B2. Es un edificio de varios pisos en el que hay bares y restaurante, área de entretenimientos como karaoke y billar, disco y live house. Mientras esperábamos para hacer la prueba de sonido, charlábamos y comíamos onigiris en las mesas del bar que todavía estaba cerrado. A diferencia de los lugares en donde habíamos estado tocando hasta ese momento, el escenario era pequeño y estabamos todos como apretujados.

El recital de hoy comenzaba a la noche tarde y como al igual que ayer primero tocaba Night Sinipers, teníamos bastante tiempo. Volvimos al hotel para descansar y preparar las valijas para partir al día siguiente. Pero antes de ir al hotel dimos una vuelta por el Kremlim y allí terminamos de comprar los regalos para el staff.

Comí en el hotel unos spaghettis a la carbonara que lo que menos parecían eran spaghettis y preparé la valija.

Cuando regresamos a Club B2, estaba lleno de jóvenes que disfrutaban de la noche de jueves. En el camarín el espacio era reducido pero todos charlábamos y bromeábamos esperando la hora de salir al escenario.

Comenzó el recital de Night Snipers y la temperatura del lugar que ya era alta por la cantidad de gente, subió. Los fans del grupo coreaban las canciones y Diana cantaba cada una de las canciones con una fuerza y convicción que dejaban al descubierto todo su carisma. Al final de su presentación, invitó nuevamente a Miyazawa al escenario para cantar Koshka. Al estar el lugar lleno de gente no puede salir afuera a ver, pero pude ver la atcutación más de frente que el día anterior. Siendo la segunda vez que compartían escenario, parecía como si hubiesen estado cantando la canción desde hace mucho tiempo. Al rededor de ellos brillaba el mismo aura y se veían como sincronizados.

Después de cambiar el set, cuando la banda apareció en el escenario, el público la recibió con una ovación. A diferencia del día anterior el público era más joven y tenían una postura totalmente distinta, ya desde el principio se notaba que vinieron para disfrutar del recital. El público, que bailaba desde el principio, estaba tan cerca que su energía incitaba a que el grado de mi ensusiasmo subiera haciéndome cantar y bailar más que nunca. Mediando el recital Miyazawa presentó a Diana. Con “Shima Uta” el público se transformó en un gran coro haciendo que desapareciera la línea invisible que separaba el público del escenario. Luego de la actuación de Diana, la banda siguió haciendo bailar a los jóvenes que, aunque siendo más de las dos de la madrugada del viernes, seguían disfrutando del recital sin preocupaciones. Para el bis, Iván, el guitarrista de Night Snipers, se sumó para tocar “Shima Uta” junto a MIYAZAWA-SICK y Diana. La canción, que era coreada por todo el público parecía no tener fin. Fué un recital excitante del que disfruté mucho la cercanía con el público.

En el camarín brindamos por el éxito del recital y también en agradecimiento a Mariko-san, de la Japan Foundation, que nos acompañó toda la gira resolviendo todos los obstáculos que se presentaban en los aeropuertos. Todavía nos quedaba el recital en London pero hasta Moscú fue donde la Japan Foundation puso todo el apoyo en la organización y los contactos con las embajadas producciones para la realización de la gira.

Cuando llegamos al hotel ya eran casi las cuatro de la madrugada y a las siete debíamos estar listos para partir al aeropuerto.

Continuará...